Motivos de compra y no compra del vehículo eléctrico
En el marco de la celebración del Congreso CONAMA 2016 la pasada semana, Electromovilidad participó junto a otros expertos del sector en el Grupo de Trabajo encargado de analizar cómo se está impulsando el Vehículo Eléctrico en nuestro país. El objetivo era conocer los principales motivos de compra y no compra de un vehículo eléctrico.
Para ello se realizó una encuesta, con la intención de conocer el porqué de la compra de un vehículo eléctrico, pero sobretodo, el por qué no, centrándonos en los aspectos que dificultan el desarrollo de la movilidad eléctrica en nuestro país, siempre desde el punto de vista del ciudadano, del potencial comprador.
Los resultados de la encuesta han sido los siguientes; 339 encuestados (suponiendo que el parque total de VE en España es de aprox. 10.000 uds, los encuestados con VE, 198, representan casi el 2% de parque total), de los cuales el 58,4% tiene un vehículo eléctrico en propiedad, y el 22% admite que lo utilizan para trabajar.
En cuanto a las motivaciones de compra y no compra, se han diferenciado cuatro grupos en los cuales podemos observar varios aspectos interesantes:
– Entre los propietarios de VE, el primer motivo de compra, muy por encima del resto, son los beneficios ambientales y la conciencia ecológica. Por otra parte no es raro este resultado, debido a que en cualquier movimiento disruptivo, los conocidos como “early adopters” suelen ser personas muy convencidas, usuarios que buscan dejar un sistema basado en los combustibles fósiles y la contaminación. Los aspectos económicos y la conducción cómoda, sin ruidos y ágil del vehículo eléctrico también son muy tenidos en cuenta.
– Los usuarios de VE que lo utilizan para trabajar destacan también los beneficios medioambientales, pero en este caso, la diferencia de este con los motivos económicos es menor, manifestando la importancia de los costes operativos en esta tipología de usuario. Además podemos observar como las medidas de discriminación positiva (SER gratuito, carril BUS-VAO, descuentos en peaje, etc…) son un motivo importante para quienes usan el VE para trabajar en entornos urbanos.
– Hay un perfil de no propietario de VE pero que se plantea adquirir uno en un corto/medio plazo. Básicamente son personas que comparten los mismos motivos que los actuales propietarios, pero no se lanzan a la compra por uno o varios de los siguientes motivos: imposibilidad de adquirir un vehículo, no disponibilidad de garaje y estar a la espera de baterías de mayor autonomía.
– En cuanto a aquellos que no se plantean comprar un VE, y a quienes el sector debe intentar convencer, podemos ver como el principal motivo de no compra es el elevado coste de adquisición. El siguiente motivo más nombrado ha sido la limitada autonomía (quizás este aspecto es uno de los cuales hay que trabajar, puesto que actualmente un 85% de la población tendría cubiertas sus necesidades diarias de desplazamiento con un VE). Los siguientes motivos más comunes son simplemente poseer un coche de combustión en periodo de amortización o en buen estado, por lo que cambiar el coche no supone una prioridad y la no disponibilidad de punto de recarga, ya sea hablando de garaje en propiedad o de la escasa red pública de recarga. Cabe destacar que hay una minoría a la cual los diseños no resultan atractivos y echa en falta más variedad de modelos.
Concluimos este análisis de la encuesta con los resultados de los aspectos clave divididos en los tres tipos de usuarios. Todos coinciden en que el desarrollo de la infraestructura y baterías de mayor capacidad serían las claves para impulsar el VE, sin embargo estas dos cuestiones pueden llegar a generar alguna «fricción» entre ellas, dado que tener vehículos eléctricos con grandes autonomías significaría un menor uso de la infraestructura publica, y un problema de recuperación de la inversión para las empresas privadas que apuesten por instalar puntos de recarga en la calle. No hablo de aspectos antagónicos (sobretodo porque hoy en día no tenemos una mínima red de infraestructura), pero el desarrollo de uno de ellos restará importancia al otro.
Es curioso destacar como entre los propietarios de VE destaca el aspecto del poco conocimiento que la ciudadanía tiene hoy en día sobre la movilidad eléctrica, en cambio, quienes no tienen VE no valoran así este aspecto, restándole importancia y poniendo por delante los aspectos meramente económicos. Esto es debido a la propia «ignorancia» y desinformación que la mayor parte de la población tiene respecto al vehículo eléctrico, la batería, la recarga o aspectos normativos.