La noche de los candiles en PHEV

El pasado 7 de mayo se celebro en la localidad de Almocita, un pequeño pueblo de la alpujarra almeriense la popular “noche de los candiles”, un homenaje al pasado y un compromiso futuro con el medioambiente y el ahorro energético.

Durante toda la jornada vespertina, la fiesta encabezada desde el Ayuntamiento junto a sus vecinos y con el apoyo de la Diputación de Almeria, estuvo ambientada con actos musicales y espectáculos de luz y fuego, recordando a las primeras manifestaciones antropológicas del ser humano relacionadas con el descubrimiento del fuego y creencias primitivas.
Llegado el ocaso, el pueblo apaga sus puntos de luz artificial, quedando engalanado de multitud de farolillos colgantes y antorchas aceitadas que son las únicas que alumbran el deambular de la gente por las calles del pueblo y sus tenderetes festivo comerciales. A la entrada del pueblo queda encendido el mayor candil del mundo, según pregonan los moradores, como faro turístico y reclamo de todos los visitantes que acuden al festejo.
Aprovechando esta visita, probamos la autonomía del Mitsubishi PHEV 2014 (os recordamos que es de 50 km según ciclo declarado por el fabricante) después de realizados ya 18000 km y con un año y medio de vida. La ruta de unos 43 km aproximadamente y con el marcador de autonomía en 50 km en el salpicadero, damos comienzo al viaje (observad que apenas existe efecto memoria en las baterías por optimización de los ciclos de recarga).

Hemos de indicaros que la ruta transcurre en plena alpujarra por la carretera autonómica A348 la cual está en buen estado y que partimos de una altitud de 94 m hasta 835 m sobre el nivel del mar.

 

La noche de los candiles en PHEV

 

Con una conducción en donde anteponemos el confort al estilo deportivo, y sin tener que hacer uso del motor de gasolina, salvo en una ocasión para realizar un adelantamiento, el comportamiento del vehículo es estable, ágil y sobretodo confortable, permitiéndonos llegar en modo eléctrico al municipio de Cánjayar a 38 km del origen, donde se arranca el motor en modo serie como generador, penalizada la autonomía eléctrica por el gran desnivel que existe en el último tramo del destino. El vehículo en ningún momento hace uso del modo paralelo (motor gasolina como traccionador) puesto que en la velocidad de crucero no superamos los 100 km/h, dado que la vía tampoco lo permite.

En rutas de este tipo comprendemos por que este tipo de vehículos y en particular el Mitsubishi Outlander PHEV es uno los más vendidos de Holanda y Gran Bretaña, donde su orografía dista de grandes desniveles y sus 50 km declarados pueden ser a veces hasta superados con la regeneración posible del efecto vela del vehículo.

Entrada la madrugada del día siguiente, y en perfecto estado de revista para ponernos al volante del vehículo, nos despedimos del gran faro candil y nos dejamos caer por la empinada carretera, regenerando parte de nuestras baterías durante la primera parte del trayecto que nos permite llegar al nuestro punto origen con un consumo medio de gasolina registrado a la llegada de 2,3 l a los 100 kms en nuestro contador parcial, es decir un gasto de 2.73 l /100 que supone un gasto de 3,31 € de gasolina mas la recarga eléctrica que redondeamos con un criterio pesimista a 1 €, con lo cual hemos ido y venido por unos pírricos 4,31 € dos personas.

Alguien da más….

 

 

Por Antonio Cabrera Cruz, colaborador Electromovilidad.

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